Las historias de Aquae Sulis VI: los bombardeos de Bath en 1942
La guerra, partera de la Historia como decía Hegel, ha acompañado al género humano como mecanismo violento para resolver los conflictos entre grupos y comunidades desde que aquél adquiriera cierto raciocinio. Dicho así, habría que admitirla como proceso lógico en el devenir de la humanidad y estudiarla al nivel que lo haría Von Clausewitz en el siglo XIX. Según el tratadista militar prusiano, la guerra constituye un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al adversario a acatar nuestra voluntad. Así de sencillo, o te rindes o acabo contigo y me quedo con tus posesiones. Aunque claro, antes de la guerra interviene la diplomacia con todo su aparato de organismos, convenciones y tratados, los cuales resultan insuficientes cuando la tensión se eleva hasta niveles difícilmente reconducibles.
Pues sí, la guerra forma parte de nuestra historia y ésta no podría entenderse sin su concurso. Muy a nuestro pesar, la concordia sólo llegaría a una parte de Europa tras la Segunda Guerra Mundial y, sin la gran conflagración, no se habrían dado las condiciones para el proceso de integración en Europa, tal y como afirmarían Churchill y Schuman. Esto es así de lamentable y no lo podemos obviar.
Pero una cosa es afirmar todo esto en un contexto de seguridad, con una decena de libros por delante y un par de enciclopedias, y otra cosa sufrir en las propias carnes los perniciosos efectos de la guerra. Claro, ahí varía el análisis, más bien diría que éste no cabe, sólo cabe luchar por sobrevivir. Y en este contexto bélico se desarrollan algunos pasajes de Aquae Sulis. Aunque, para centrarnos un poco, habría que hacer referencia a Bath, al año 1942 y a los bombardeos sufridos por esta ciudad durante los días 25 a 27 de abril. Así se narraban los ataques sufridos por la ciudad balneario en la prensa española de la época:
"TERRIBLE VIOLENCIA DEL ATAQUE ALEMÁN CONTRA BATH (INGLATERRA)
-Berlín, 27. (S.E.T.) - La noche del sábado al domingo, la Luftwafe bombardeó intensamente el balneario británico de Bath. Se arrojó sobre la ciudad millares de bombas explosivas incendiarias y de todos los calibres. El corresponsal de guerra, Hoenicke, que presenció el gran bombardeo desde un aparato de combate, describe la violenta acción: "Los grandes hoteles del balneario estaban ocupados por oficiales del Estado Mayor inglés. El Cuartel General de la R.A.F. planeaba en Bath sus proyectos para destruir los centros de la cultura e historia de Alemania. Con estas acciones creía demostrar el Gobierno de Londres a sus aliados bolcheviques y norteamericanos la buena disposición con que la Gran Bretaña está dispuesta a intervenir directamente en la guerra.
A última hora de la tarde salieron de una base alemana gran número de aparatos que llevaban la máxima carga. Todos los aparatos cruzaron sin dificultad la barrera de reflectores y antiaéreos de la costa inglesa. Los ingleses ignoraban el objetivo de los aparatos alemanes y los militares residentes en Bath se creían seguros. La ciudad estaba bastante protegida. En los alrededores de ella comenzaron a surgir potentes focos, tratando de localizar a los aviones alemanes, mientras que actuaba la defensa antiaérea. Todo inútil. Tras unas evoluciones para fijar los objetivos, comienza el gran bombardeo y los haces de luminosos y reflectores quedan amortiguados desde el aire ante la viva luz y las llamas enormes que surgen de los primeros incendios provocados. A los pocos minutos del bombardeo son innumerables los incendios. Surge una llama gigantesca. El gasómetro de la ciudad había sido alcanzado con un impacto directo. Los incendios comenzaron a extenderse. Tras la obra destructora, todos los aparatos inician el regreso. La escuadrilla, de la que forma parte el aparato desde el cual ha presenciado el gran bombardeo se encuentra con otras varias escuadrillas, que vuelan hacia el mismo objetivo. El bombardeo continuó hasta la madrugada. - EFE."
"NUMEROSOS INCENDIOS CAUSADOS POR LA AVIACIÓN EN LA CIUDAD DE BATH
Berlín 27, 3 tarde. La ciudad inglesa de Bath, bombardeada durante dos noches consecutivas por la Aviación alemana, se halla situada al Suresete de Bristol, en el Avon, y es sede de Estados Mayores británicos, según se informa oficiosamente en Berlín. Los ataques han sido intensos, y la reacción de la caza nocturna inglesa no pudo impedir que fuesen alcanzados por las bombas los objetivos propuestos. Desde escasa altura, los pilotos alemanes arrojaron gran cantidad de bombas explosivas e incendiarias, que causaron numerosos incendios, sobre todo, en el centro de la población. - EFE."
Pues sí, la guerra forma parte de nuestra historia y ésta no podría entenderse sin su concurso. Muy a nuestro pesar, la concordia sólo llegaría a una parte de Europa tras la Segunda Guerra Mundial y, sin la gran conflagración, no se habrían dado las condiciones para el proceso de integración en Europa, tal y como afirmarían Churchill y Schuman. Esto es así de lamentable y no lo podemos obviar.
Pero una cosa es afirmar todo esto en un contexto de seguridad, con una decena de libros por delante y un par de enciclopedias, y otra cosa sufrir en las propias carnes los perniciosos efectos de la guerra. Claro, ahí varía el análisis, más bien diría que éste no cabe, sólo cabe luchar por sobrevivir. Y en este contexto bélico se desarrollan algunos pasajes de Aquae Sulis. Aunque, para centrarnos un poco, habría que hacer referencia a Bath, al año 1942 y a los bombardeos sufridos por esta ciudad durante los días 25 a 27 de abril. Así se narraban los ataques sufridos por la ciudad balneario en la prensa española de la época:
"TERRIBLE VIOLENCIA DEL ATAQUE ALEMÁN CONTRA BATH (INGLATERRA)
-Berlín, 27. (S.E.T.) - La noche del sábado al domingo, la Luftwafe bombardeó intensamente el balneario británico de Bath. Se arrojó sobre la ciudad millares de bombas explosivas incendiarias y de todos los calibres. El corresponsal de guerra, Hoenicke, que presenció el gran bombardeo desde un aparato de combate, describe la violenta acción: "Los grandes hoteles del balneario estaban ocupados por oficiales del Estado Mayor inglés. El Cuartel General de la R.A.F. planeaba en Bath sus proyectos para destruir los centros de la cultura e historia de Alemania. Con estas acciones creía demostrar el Gobierno de Londres a sus aliados bolcheviques y norteamericanos la buena disposición con que la Gran Bretaña está dispuesta a intervenir directamente en la guerra.
A última hora de la tarde salieron de una base alemana gran número de aparatos que llevaban la máxima carga. Todos los aparatos cruzaron sin dificultad la barrera de reflectores y antiaéreos de la costa inglesa. Los ingleses ignoraban el objetivo de los aparatos alemanes y los militares residentes en Bath se creían seguros. La ciudad estaba bastante protegida. En los alrededores de ella comenzaron a surgir potentes focos, tratando de localizar a los aviones alemanes, mientras que actuaba la defensa antiaérea. Todo inútil. Tras unas evoluciones para fijar los objetivos, comienza el gran bombardeo y los haces de luminosos y reflectores quedan amortiguados desde el aire ante la viva luz y las llamas enormes que surgen de los primeros incendios provocados. A los pocos minutos del bombardeo son innumerables los incendios. Surge una llama gigantesca. El gasómetro de la ciudad había sido alcanzado con un impacto directo. Los incendios comenzaron a extenderse. Tras la obra destructora, todos los aparatos inician el regreso. La escuadrilla, de la que forma parte el aparato desde el cual ha presenciado el gran bombardeo se encuentra con otras varias escuadrillas, que vuelan hacia el mismo objetivo. El bombardeo continuó hasta la madrugada. - EFE."
LA VANGUARDIA ESPAÑOLA (pág. 3). Martes, 28 de abril de 1942
"NUMEROSOS INCENDIOS CAUSADOS POR LA AVIACIÓN EN LA CIUDAD DE BATH
Berlín 27, 3 tarde. La ciudad inglesa de Bath, bombardeada durante dos noches consecutivas por la Aviación alemana, se halla situada al Suresete de Bristol, en el Avon, y es sede de Estados Mayores británicos, según se informa oficiosamente en Berlín. Los ataques han sido intensos, y la reacción de la caza nocturna inglesa no pudo impedir que fuesen alcanzados por las bombas los objetivos propuestos. Desde escasa altura, los pilotos alemanes arrojaron gran cantidad de bombas explosivas e incendiarias, que causaron numerosos incendios, sobre todo, en el centro de la población. - EFE."
ABC. MARTES 28 DE ABRIL DE 1942. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 10."
Imagen de Londres tras un bombardeo sufrido durante la guerra. (Wikipedia)
El resultado fue desolador: 417 personas murieron y muchos de los edificios insignes de Bath fueron derruidos, como el Assembly Rooms. Pero, ¿por qué Bath?, ¿por qué una ciudad de pequeño-mediano tamaño fue el objetivo de aquellos ataques de 1942? La respuesta la encontramos en la estrategia seguida por el Tercer Reich tras los bombardeos de la Fuerza Aérea Británica (RAF) sobre la histórica ciudad alemana de Lübeck. A dicha estrategia se la llamó Baedeker Blitz, que debe su nombre a una guía turística alemana de la época. En la mencionada revista aparecían catalogadas las ciudades de Inglaterra según su interés turístico. Exeter, York, Norwich y Bath fueron atacadas desde el cielo y una parte de su patrimonio resultó dañado. Se piensa que el atractivo monumental de Bath resultó decisivo a la hora de ser seleccionada como objetivo, o lo que es lo mismo, sufrió las represalias del Tercer Reich por ostentar tres estrellas en la guía Baedeker.
Inmersos en la historia de Bath durante la guerra, en Aquae Sulis se narra un suceso acaecido durante aquel bombardeo de abril de 1942. Un acontecimiento crucial que nos va dar una pista en torno a la identidad de uno de los protagonistas de la obra y dice así:
Michael
Couples, recién llegado de Bristol, protagonizó la gran hazaña de salvar a dos niñas y un niño de dos, cuatro y seis años que habían
quedado atrapados en su casa de Cavendish Place mientras ésta ardía. El Sr.
Couples acudió al socorro de los tres niños que gritaban aterrorizados desde la
ventana a causa del humo y las llamas,
mientras su madre permanecía inconsciente en el suelo tras ser golpeada en la
cabeza por una viga de madera. Couples, poniendo en riesgo su propia vida,
accedió a la vivienda trepando por la fachada hasta el tercer piso donde se
encontraban los pequeños, según informan testigos presenciales. Tras tan
arriesgada y heroica acción, nuestro valeroso personaje evacuó a los niños a
través de la puerta principal de la casa, llevando primero a las dos más
pequeñas y después al mayor. La maniobra más peligrosa fue cuando nuestro héroe
tuvo que saltar un tramo de escaleras que se había desprendido por el incendio.
Tras salvar a los niños, ya exhausto, Michael Couples aún guardó fuerzas para
rescatar a la madre, la cual fue cargada sobre sus hombros y arrojada por la
ventana hasta una lona que habían
desplegado los servicios de emergencia.Después de todo ello, una vez
cumplida su misión, salió por la puerta principal de la casa justo en el momento antes de que el dintel de ésta
cediera por el peso de los materiales de la fachada, derrumbándose gran parte
de ella”.
Inmersos en la historia de Bath durante la guerra, en Aquae Sulis se narra un suceso acaecido durante aquel bombardeo de abril de 1942. Un acontecimiento crucial que nos va dar una pista en torno a la identidad de uno de los protagonistas de la obra y dice así:
"Al pasar las fotografías, Roxanne se
detuvo en una de ellas para prestar atención a sus detalles, había sido
recortada de un periodico del tiempo de la Gran Guerra, por lo que, a pesar de
estar guardada en un marco y protegida por un cristal y debido a la baja
calidad del papel en el que estaba reproducida
y al paso del tiempo, se mostraba amarillenta y no permitía que se
apreciaran con claridad las caras de las personas que en ella aparecían; aunque
sí se podía leer el pie de la misma que decía: “Ciudadanos de Bath ayudan al
rescate de una familia atrapada bajo los escombros tras los bombardeos del
jueves”. Entre los protagonistas de la fotografía destacaba una persona, la
única que estaba mirando a la cámara y cuyo rostro resultaba familiar a la
chica a pesar de la mala calidad de la imagen. Esta persona se encontraba en
primer plano a la izquierda, estaba de pie sobre un grupo de escombros formado
por cascotes del tejado y buena parte de uno de los ventanales de la derruida
casa; al fondo, tres hombres más de las unidades de emergencia creadas durante la
guerra, con sus clásicos cascos y luciendo brazaletes de la cruz roja, se
afanaban por despejar la zona de escombros en búsqueda de supervivientes.
Roxanne no dejaba de
sorprenderse por la extraña aparición de aquel personaje en el recorte de
periódico y dijo a su madre que le permitiera quedarse con aquella fotografía,
a lo que ésta accedió. Entonces, Roxanne se dirigió al grupo de antiguos
periódicos, lo primero que pensó al ojearlos era que tenían un gran valor como
documentos históricos y que no entendía cómo los antiguos propietarios los
habían dejado allí abandonados, se lo comentó a su madre y ésta le respondió que probablemente se
debiera a que había comprado la casa a unos herederos y que, éstos, como recibieron
la casa con todas las cosas de su anterior propietario , no dieron importancia
a los recuerdos acumulados por el causante de la herencia.
Los periódicos reunían en sus páginas, muy deterioradas pero aún
perceptibles, un importante compendio de las más importantes noticias sucedidas
en Gran Bretaña durante el siglo XX. Volvió a pensar en cómo era posible que
los vendedores de la casa no hubieran
dado valor a ese “tesoro” que había sido
celosamente guardado durante años. Afortunadamente, aquella circunstancia había permitido a Roxanne acceder
a la información recogida en los diarios guardados. De todos los periódicos del
siglo pasado, los que más destacaban eran los publicados durante la Segunda
Gran Guerra, en particular, había uno fechado el 30 de abril de 1942 en el que
Roxanne se detuvo, abrió una de sus páginas y vio una imagen con la que se
quedo petrificada.
-
¡Vamos
Roxanne! Deja de mirar periódicos y
ayúdame a recoger las cosas.
Marge requirió en ese momento la ayuda de su hija, la cual no estaba
prestando mucha colaboración en la tarea inmersa como estaba en la
contemplación de los recuerdos encontrados.
“Aquello ya era demasiado”,
pensó Roxanne al ver la fotografía de una persona en la página tres del
periódico que estaba leyendo. Bajo esta foto venía la siguiente noticia:
“HÉROE LOCAL SALVA A TRES NIÑOS TRAS
EL BOMBARDEO DEL DÍA VEINTICINCO
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