Las historias de Aquae Sulis VIII: La influencia del arquitecto Palladio en Bath

Cada ciudad tiene su sello, es como una marca impresa a lo largo de calles, plazas, jardines y monumentos. Digamos que sus moradores, a lo largo del tiempo, han ido forjando los rasgos del lugar. Y si existe una Barcelona modernista, una Florencia renacentista o una Nueva York, en parte, art déco, también existe una Bath palladiana.

El término palladiano se lo debemos al arquitecto italiano del siglo XVI Andrea Palladio, el cual inspiró la arquitectura inglesa del siglo XVIII. Para algunos, la adopción de los cánones clásicos difundidos por Palladio en su obra "Los cuatro libros de la arquitectura" por los diseñadores ingleses suponía un acto de rebelión contra las formas barrocas, marcando así distancias con el gusto de las cortes y países de tradición católica. Se trataría de un símbolo más en la emancipación de la corona inglesa y su iglesia-estado del poder de Roma, así como un síntoma de la supeditación de la monarquía al parlamento, cercenando de raíz, con ello, cualquier idea relacionada con el origen divino de la monarquía.

El estilo palladiano fue importado en primer lugar por el arquitecto inglés Iñigo Jones allá por el siglo XVII, justo en pleno apogeo del barroco europeo surgido tras la contrarreforma. La influencia de Jones, que bebía de las fuentes de Andrea Palladio - por su parte, Palladio toma como modelo al humanista Alberti, el cual basa parte de su obra en los diez libros de arquitectura del arquitecto de la antigua Roma, Vitruvio - se prolonga hasta el siglo XVIII en lo que se denomina como neopalladianismo inglés. De aquella época son la Banketing House y la Queen´s House, en Londres. La primera de las dos casas formaba parte del perecido palacio de Whitehall , del cual sólo quedó la obra que Iñigo Jones erigiera durante el reinado de Jacobo I.

Posteriormente, y ya en el siglo XVIII, gracias a la difusión del libro de Colen Campbell "Vitruvius Britannicus", que recoge un estudio de las más importantes villas y edificios de Gran Bretaña basados en la arquitectura de Palladio y Vitruvio, se produce la consolidación de un nuevo palladianismo . En la corriente neopalladiana destacan el artista y aristócrata Richard Boyle y el polifacético William Kent, los cuales proyectarían una de las obras más auténticamente palladianas de la época como es Chiswick House.



¿Cómo podemos resumir este estilo arquitectónico que se hace patente durante el periodo georgiano en Gran Bretaña? Desde un punto de vista simbólico, la implantación de formas clásicas en la arquitectura, enmarcada en el neoclasicismo del XVIII, denota la asunción del carácter imperial que el Reino Unido desea adquirir en el nuevo orden internacional con el advenimiento de la dinastía Hannover. Desde una perspectiva estrictamente artística, supone la recuperación de elementos estéticos y ornamentales basados en la Roma clásica y la arquitectura de Palladio, tales como la presencia de pórtico con tres vanos (a veces cerrado), frontón y alas laterales a la misma altura que el edificio central.


En Bath, escenario de nuestra novela, está presente el estilo georgiano o neopalladiano a lo largo y ancho de la ciudad. Edificios singulares como las casas de Royal Crescent o las que circundan The Circus, fruto del espíritu creativo de los arquitectos John Wood padre e hijo y patrocinadas por el filántropo Ralph Allen, son un ejemplo de ello. Pero si en Bath destaca un monumento inspirado en el estilo palladiano, en un bucólico  entorno y al pie de unos espléndidos jardines, éste es el Palladian Bridge,emplazamiento de una escena clave de Aquae Sulis y protagonista de su portada.

Así es descrito en sus páginas:


"El puente palladiano estaba cubierto por una galería con sus laterales abiertos, que formaba la parte central. Agarrado por unos buenos cimientos de piedra, sus columnas se sucedían a ambos lados del puente, y finalizaban en dos cuerpos gemelos de ventanales o vanos que hacían de entrada y salida de la galería y daban acceso a la escalinata que conducía a tierra firme en los límites del lago, dichos ventanales dejaban al descubierto el paisaje que circunda la obra. Los ventanales estaban rematados por arcos de medio punto y culminados por frontones en cada uno de sus cuatro lados.
Ruth y Roxanne decidieron cruzar el puente por su margen izquierda según se baja por la ladera. Sólo había algunos curiosos turistas que se acercaron aquel día para contemplar el lugar. La simple vista de aquella obra trasladaba a otra época, a un tiempo en el que los jóvenes se batían en duelo por su honor o por el amor de una dama, al tiempo en el que el romanticismo inglés dio frutos incomparables para la literatura como Shelley o Byron. Aquel lugar había sido  testigo de declaraciones de amor inmortalizadas en forma de inscripción en las que los enamorados daban público testimonio de su pasión".


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